De Chocolate
Memoria, cristal con voz cansada
en el geométrico reflejo de la mañana
Solitaria y fría senda en esa hora
a pesar de las palabras
de su ligera bufanda de olvido
Todo va quedando atrás, en un instante
menos el recuerdo feliz, que es de chocolate
De chocolate hay un jardín de fresas
De chocolate es la geografía de la piel
De chocolate el dulce murmullo nocturno
De chocolate el fuego que no quema…
Quizá sí
Quizá podría volar dios con alas de mariposa
y brillar la cortada roca como puerto de mil naves
Pero se conformó dios con un domingo
y los muelles de esa roca quedaron secos
Hace frío cuando el tiempo no acaba
cuando puede aquel poeta escribir los versos más tristes
cuando la mañana ya es noche
y no es domingo, y no es Abril
Pero hoy por fin tengo sueño
debe andar dios despierto
Y el sueño, como bien sabe él
el sueño
… siempre es de chocolate
Hola Juan,
Gracias a tu visita he podido seguir la senda que me ha llevado a tu rincón lleno de magia.
Es como descubrir un nuevo sabor del chocolate que tanto me gusta, como tus letras, versos delicados con olor y sabor a cacao.
Ahora que ya nos hemos presentado te sigo.
Un abrazo.
Montserrat
Quizá es el domingo, quizá el cielo cubierto de nubes pálidas, pero me ponen triste esos versos Juan y trajeron a mi memoria esta frase » Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras». W.Shakespeare
Mágico poema que me transforma en un amante sensualista. La belleza hecha líquida como nuestro interno yo al estar dentro del alma.
Mágico… Buen día.
Quizá sea que no es Sun Day, sólo domingo. Quizá sea que que son tristes y, a pesar de la envoltura de chocolate, no consiguen una sonrisa. Quizás…
Lamento el efecto, cuyo único bien parece haber sido traer una verdad incontestable de tu memoria. Lo siento, buscaré otros más amables por si decides dejar otro día tus huellas en estas sendas. Una promesa.
A veces, cuando no es domingo, y no es Abril, cuando hace frío, me flaquea esa certeza de la fuerza de la palabra. Pero ya lo decía el poeta, Libertad bajo Palabra… habrá que creer en ello.
Es una fortuna recibir tu visita, mi estimada amiga.
Gracias
Siempre anda por ahí ese viejo yo, a veces acurrucado en algún salón lleno de luz y de tesoros; otras en un rincón de un cuartito semioscuro curando alguna herida… pero siempre anda por ahí, queramos o no queramos. Como tú dices, mágico, la magia del vivir cada día, esa que muchas veces no comprendemos.
Gracias Asdrúval, un placer tenerte por aquí. Mil gracias, mi estimado.
Mi estimada Montserrat, pues no sabes cuanto me placen tus palabras, y que algo como el olor a cacao te haya quedado, algo dulce desde algo nublado. Siempre puede extraerse un algo para los sentidos… me complace de veras.
Una vez presentados, sólo falta seguirnos. Suena bonito, y así lo haré.
Mil gracias Montserrat.
Creo que es el poema más hermoso que te he leído Juan, es muy agradable que hayas utilizado el chocolate como eje central porque nos retrotrae a la niñez y sobre todo a la dulce ingenuidad de una mirada limpia.
Justo al final tu poema torna triste, pero la melancolía añade aun mas belleza y profundidad emocional al poema; todos buscamos ese mes de abril o ese eterno domingo que al final nunca lo es, creo que tu has intentado retener un instante bello y lo has conseguido plasmar de una manera maestra.
Tu generosidad, mi estimado amigo, parece no tener límites. La agradezco en imponderable valor, es cosa de mi vanidad, un inefable monstruo siempre hambriento.
Leía en mi último libro algo así como que la melancolía (o la nostalgia, yo tiendo a confundirlas), es el infierno de los recuerdos. Así, se me ocurre que sólo puede generar tristeza. Y ya se sabe, sólo acudimos a esos recuerdos que nos son hermosos… como la dulzura del chocolate.
¿Recuerdas cuando eras pequeño y te daban una onza de chocolate y un trozo de pan? ¿Hacías lo mismo que yo?, ¿comer a grandes mordiscos el pan para que se acabase pronto y saborear a pequeños mordiscos el chocolate para que durase toda la tarde?. Sí, es un recuerdo hermoso.
Acabo de recordar que fui pequeño… otro hermoso recuerdo.
Gracias dejar aquí las huellas del viento…
Me recuerdan estos pequeños detalles que la vida está hecha de cosas sencillas… como el disfrutar del chocolate. Gracias
Tú lo has dicho, esos pequeños detalles… esas pequeñas cosas importantes.
Gracias por dejar tus hellas