Donde comienzas tú
De Julia de Burgos
Soy ola de abandono,
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños y de alas.
Tú danzas por el agua redonda de mis ojos
con la canción más fresca colgando de tus labios.
¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte
por mis brazos mojados,
y no quiero perderte ni en la sílaba!…
Hoy anda mi caricia
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños con mañana……
Marco Tulio Cicerón
Marco Tulio Cicerón, filósofo, escritor y político (106 AC – 43 AC), uno de los más reconocidos escritores romanos en prosa y gran defensor de los valores de la república.
Día 18, Enero 2012
Instantáneas
El espejo es una conjura de distancia, abrir una carta también
En un dedal cabe más noche, mucha más noche, que en un vaso
Me han dicho que el frío es el culpable de ese ruido sordo que no deja dormir
Me he puesto mi pijama dorado, está forrado de olvido y preciso sueño
Bajo la sábana, en el extremo lejano y vacío, me he encontrado a Orión
Siempre las mismas estrellas, siempre los mismos sueños
Pero ahora un pijama gana al silencio de la noche, aunque nunca a la soledad
Memoria
Escondemos nuestras miradas bajo las alas de las piedras
Respiramos más suavemente que el cielo en el molino
Tenemos miedo
Nuestro cuerpo cruje en el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
Es para llorar que buscamos palabras en el corazón
…es para llorar cuando hace frío y ese ruido sorno no deja dormir
Nadie comprende nuestros signos y gestos de largas raíces
Nadie comprende la paloma encerrada en nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un suspiro
…es para llorar… desde lejos, desde un rincón vacío de tiempo y de sueños, lo grita Orión…
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
…bajo el mismo árbol descansan los mismos sueños, siempre vigilados cuando un dedal se llena de tanta noche.
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino
(Vicente Huidobro)
«Nos lo enseñaron de pequeño
pero sin miedo
esas noches habría un pijama dorado.
La nieve ha suavizado el horizonte
en la mañana blanca
quizá
una mariposa será una sonrisa…»
El último jugador de abalorios
Con su juguete -cuentas de colores- en mano,
inclinado medita; se extiende en torno suyo
el país asolado por la guerra y la peste.
Entre las ruinas crece la hiedra,
sobre la hiedra zumban abejas.
Una quietud cansada, de salterio en sordina,
decrepitud tranquila, late a través del mundo.
El anciano recuenta sus perlas de colores:
aquí pone la azul, allá la blanca,
ora elige una grande, ora otra pequeña,
y las dispone en círculos jugando.
Grande antaño en el juego de los símbolos fue,
maestro consumado de las artes y lenguas,
varón esclarecido, conocedor del mundo,
viajero infatigable por doquier conocido
y siempre rodeado de alumnos y colegas.
Hogaño sobrevive cansado, solitario
y viejo: ya no atrae a los jóvenes con bendiciones,
no invita a otro «Magister» a sutil controversia.
Todos se han ido al cabo. Templos, libros, escuelas
de la antigua Castalia ya no existen… Reposa
el anciano entre escombros, en la mano las cuentas,
un tiempo jeroglíficas y significativas,
hoy sólo bagatelas de cristal irisado.
Los abalorios ruedan, se le caen de la mano,
se pierden en la arena…
Hermann Hesse