Erich Fromm
Erich Fromm (1900 – 1980). Psicólogo y filósofo… y maestro de arte, el arte de un verbo extraordinario.
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12 abril, 2012 - Posted by Juan | Palabras con luz | Citas, Erich Fromm, frases, Literatura
27 comentarios »
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Un «beRso»
Sé que algún día se alzarán de nuevo las yemas recién nacidas de mi rojo corazón, entonces, quizás, oirás mi voz enceguecedora como el canto de las sirenas; te darás cuenta de la soledad; juntarás mi arcilla, el lodo que te ofrecí, entonces tal vez sabrás cómo pesa el amor endurecido. Gioconda Belli
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El mundo, amplio, increíble…
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La tregua
La soledad de los números primos
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Fuegos
El elogio de las sombras
El viento de la luna
1984
Cien años de soledad
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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España
Cómo echaba de menos estas citas, por poder llevar la contraria 😀
Si amas es cuando necesitas, esa es la idea, te necesito porque te amo, ¿te puedes creer que al menos una vez en mi vida amé tanto que en vez de necesitarla renuncié simplemente a ella?.
Aunque cierto, la frase tiene su rollo, a mí me recuerda a esos instantes en los que simplemente con estar cerca de alguien ya estás a gusto, aunque ella ni sea consciente.
Bonita frase.
Pero no has desmentido el argumento principal, el centro. Renunciar a algo no significa que no se necesite ese algo, sólo nos adaptamos a otras convicciones y dejamos al tiempo realizar la obra que tan excelentemente desempeña.
Como toda idea construida con palabras escasas, tiene muchas debilidades… un enorme muro con pocos ladrillos muestra excesivos huecos. Pero ésta, a pesar de las pocas palabras, tiene la habilidad de usarlas con todo su significado, hasta en el orden correcto. Si cambiamos las palabras y el orden todo desaparece.
Y sí, es una frase excepcional… para mí, claro.
Es lo que tienen estas frases, que hacerlas imperecederas requiere de maestría, en poco debes decir mucho, pero igual de importante es elegirla, ahí ya no sólo ves al autor, también al que te la cuenta.
El arte de amar…
Un arte mayor, un arte sin grado de consagración.
Eterno aprendiz…
Es extraordinaria la senda del continuo aprendizaje…
pues juan..no sé si estoy de acuerdo con este buen señor con todos mis respetos a él… yo creo que el amor porque se necesita a alguien, es dependencia y el amor yo no lo concibo de esa manera la verdad, es más creo que amar porque se necesita puede ser hasta peligrosa…. soy una romántica juan!! un tanto pastelosa , es cierto… yo amo porque me llena, amo porque esa persona me infunde pasión y deseos de dar incondicionalmente , amo porque me respeta y me mima, amo porque me hace brillar mis ojos e ilumina cada mañana con una sonrisa.. amo porque su mirada habla y me hace vibrar.. amo sin más…
si no me corresponde, seguiría mi vida , andando y sin pararme, sin ser infeliz por lo que no tengo sino siendo feliz por lo que tengo y consciente de lo que siento….
jo.. si que me he puesto petarda!!! pero ya sabes eso de allá c’una con sus caunás y ls mías igual te parece que salen de madre 😉 loveodevenir
Yo creo que no es dependencia, es necesidad, cuando amas necesitas saber, ver, estar, yo te amo y necesito leerte 😀
Ahora, todo en exceso sí, es peligroso, necesitar a alguien tanto como para quitarle las alas… ahí sí, tienes razón.
El segundo párrafo precisamente me pasó a mí cierta vez, además creo que es la única vez en la que estuve realmente enamorado.
dess.. yo na ni recuerdo cuando fue la última vez que estuve enamorada… me cuesta pelín eso de ser tan incondicional.. una, con la edad, se vuelve «rarica» y quizás más exigente, casi prefiero esos amantes que además son amigos que un amor que me deje alelada o de desconcierte en exceso.. amos, digamos que me gusta eso de «tenerme controlada» ahora ya me hablo, me escucho , me dialogo y cuando antes era un «a chorrarla!»..ay señó, señó!!!, que me estaré haciendo mayor.
.
Mujer, es que claro, dices que «casi prefieres esos amantes que son amigos», eso es como si yo dijera que casi prefiero una langosta a la plancha que un bocata de mortadela 😀 ese es mi sueño, eres mi ídolo, sí señora, tú sigue así.
Me pasó otra vez. Llego a este salón y sólo encuentro las copas vacías y las palabras revoloteando cual volutas de humo de cigarrillos tiempo atrás consumidos. Lo mejor es ver que os habéis sentido libres para habitarla en mi ausencia. Me gusta llegar y encontrarla así, gracias a todos.
En realidad no hay que asumir nada de nadie, sólo digerirlo y ver si se corresponde con nuestras convicciones o, mejor aún, ver si es capaz de cambiar alguna de ellas, de llevarnos por la senda del aprendizaje. Este libro, El arte de amar, es un buen libro para eso del aprendizaje y de romper alguna convicción.
Se derraman por el aire palabras como necesidad, pertenencia, dependencia… A veces atribuimos a las palabras contenidos demasiado inmediatos. Fromm se refiere al cuidado, respeto, responsabilidad y conocimiento, al esfuerzo activo que sólo tiende al crecimiento del ser amado. Si el acto de amar no se entrega todo eso, sólo propone dos causas posibles: o no se tiene para dar o no se quiere dar; indigente o estafador. Reconozco que suena algo fuerte, pero me parece acertada la analogía.
Quizá tendría que haber incluido el reverso de la cita para entenderla en su esencia, pero me gusta más la primera parte. La dejo ahora: “Te necesito porque te amo” frente a “Te amo porque te necesito”.
Bueno, ya veis que me gusta este libro, y lo recomiendo, al menos su primera mitad, está lleno de lógica y de pragmatismo, además de una dulzura extraordinaria.
En cualquier caso, y como ya sabéis, sólo es una opinión más.
Ostias, qué gran primer párrafo, ¿sabes?, para mí el orden en este caso no altera gran cosa el resultado, te necesito porque te amo, te amo porque te necesito, bueno sí, la segunda para mí es algo falseta, no tienes por qué amar a quien necesitas, pero bueno, sí, que en cierta forma no creo que cambie mucho.
Pero ya te digo, cómo escribes cabronazo, qué arte.
Sí, con matices de desmadre descomunal, como para recoger los trocitos que quedasen a la vuelta.
En mi opinión no se trata de falsedad, sólo de la causa y el efecto.
En el lado tenebroso (reconozco que me encanta esta expresión, una excelente contribución de un nuevo amigo) el amor es un resultado, el efecto de la condición primaria, «te necesito», y en contraposición, si no hubiese la necesidad, no existiría el amor.
En el lado luminoso (mi pobre contribución), la necesidad surge de la causa primaria, de la esencia, del amor. Si no hay amor, no hay necesidad.
Y a su vez, el amor, como cualquier otra cosa, por excepcional que pueda ser, sólo es consecuencia, efecto, de otros motores del ser humano, quizá, como apunta Fromm, la necesidad de realizarse, de ser productivo no en términos de supervivencia, de persistir materialmente, sino de ser excepcionalmente útil, de darse hasta el extremo de no ser.
Decía Neruda “Tal vez no ser es ser sin que tú seas”…
El orden es, mi querido amigo, el orden es.
Pero todo es sólo “quizás”…
A veces «… te amo…» ya es suficiente, añadir algo más es perderse en un terrero desconocido.
En estos días, he pensado varias veces en releer «El miedo a la libertad» creo que tu post es una señal 🙂
Un abrazo!
Gracias por llegarte, mi estimado amigo, y mis disculpas por llegar tan tarde. Y sí, yo también creo que es un verbo suficiente, no neceista adverbio alguno.
Tus palabras son las señal para que yo acuda a El miedo a la libertad…
Un abrazo
Del amor nace la necesidad del «objeto» amado, pero hay quièn «ama» porque te necesita. Una gran diferencia.
Un beso Juan
Así lo pienso. Yo creo que la verdadera esencia está en el lado luminoso de la cita, el tenebroso sólo nos conduce a la indigencia o la estafa. Dar, dar, dar… parece tan sencillo.
Un placer verte por estas sendas, mi estimada Nieves.
Un beso
Mi relación con Fromm es muy especial, no sé si te he hablado de ello alguna vez, porque en el año 82 me tocaron como libros de lectura en segundo de BUP: «El arte de amar» y «El miedo a la libertad»; ya sabes lo que suele pasar en la adolescencia con los libros que leemos por obligación 🙂 ; de hecho no pude empaparme de su mensaje
hasta bastantes años más, cuando ya sí tenía edad para comprenderle con más intensidad.
R
Se me ha disparado el mensaje solo, amigo mío; quería contarte también mis tardes de clase (que tanto añoro) en los que discutia con la profesora a causa de uno de los capítulos en el que Fromm relacionaba el amor con las matemáticas; en mi mente juvenil me lo tomé al pie de la letra y eso le hacía daño a mi desaforado romanticismo.
Más tarde comprendí muchas cosas que aleteaban en las páginas de estos dos maravillosos libros.
La frase es acertada, Juan; necesitamos porque amamos, no cabe duda, es una ecuación necesaria; la persona amada es un asidero, un cabo al que aferrarse cuando la vida arrecia, si el amor solo fuera físico y eternamente dulce perdería su hermosa razón de ser, creo que eso era lo que quería trasladarnos Fromm.
Bueno, querido amigo, te deseo de todo corazón un hermoso fin de semana.
Siempre a cuestas con tu mochila de ternura e ilusión, mi querido José. Yo también creo que es acertada, aunque tendemos a concederle un sentido demasiado inmediato a ese «te necesito» y deriva en una dependencia que a su vez genera cierto miedo.
Yo creo que Fromm se refiere más al sentido de que el ser amado forma parte nuestras, crece junto con nosotros, y nosotros con él. Y la ecuación cobra sentido dar+recivir=crecer.
Un abrazo, José
Enmendarle la plana al mismísimo Erich … ¡Atrevámonos!
Juan, creo que la frase parece redonda, sobretodo porque su reverso es tenebroso. A mí en este momento me parece una frase demasiado lógica. Por no hablar de un cierto tufillo posesivo, que no consigo quitarme desde que la he leído.
El amor no es lógico, no es racional, no se puede encerrar en una frase. La necesidad es algo demasiado material, visceral, terrenal e incluso egoísta. ¿Cuan prisioneros somos de nuestras necesidades?
El amor es libre, irracional, inexplicable, trascendente y vete tú a saber cuantas cosas más. En el fondo supongo que lo que me importa es sentirlo.
Gracias a todos por haberme permitido acceder a vuestra pequeña/gran familia y robaros un tiempo con mis desvaríos.
Un abrazo.
Me ha gustado tu calificación de “reverso tenebroso”, cuando se incluye se entiende mejor la parte luminosa de la cita, y si me lo permites elimina ese cierto “tufillo posesivo”, adquiere su verdadera esencia.
Bienvenido a estas sendas, mi estimado, siente libre para dejar cuanto quieras y llevarte cuanto desees. Ahora si me dejas la dirección de tus salones, igual yo puedo encontrar allí cosas extraordinarias.
Un abrazo (y ¿por qué no discutir de las convicciones?, incluso de las del propio Fromm…)
uuuunnnnnnn!!!!! !Qué bonita!
Sí, es una joya en la que deberíamos mirar su constante brillo.
Un abrazo
Simplemente…. me gusta. Gracias.
Gracias Alma, si nada sabías de ella y además te gusta, estas sendas se sienten felices de brindar una flor a tan estimada caminante.
Un beso