Poema 18 – Pablo Neruda
Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
Querido jefe, el mes pasado me acordé de tí, no sé siquiera si te lo comenté, pero estuvo de concierto por estos lares Rulo y la contrabanda, no pude ir a verles, pero vaya, que para que veas que presto atención a lo que escribes 🙂
Consciente fui de la extraordinaria cita… y consciente soy de estar entre esos bienaventurados que gozan del beneficio de tus preciadas huellas.
“…y nuestros pies dejaban en sus huellas el fuego,
las llamas misteriosas de un dios fosforescente”
¿Qué más añadir a la afirmación del gran poeta?, mi muy estimado amigo… Quizá sólo… Gracias
ESPECIALMENTE HERMOSO. Y CUYAS ULTIMAS CINCO PALABRAS, «CON SUS HOJAS DE ALAMBRE», ME HA RECORDADO A FEDERICO GARCIA LORCA… NO SE POR QUE.
UN SALUDO.
Quizá porque ambos usan la misma pluma, mi estimada, la pluma que se recarga con las más extraordinarias tintas que los sentidos proporcionan.
De Lorca:
«Los esqueletos de mil mariposas
Duermen en mi recinto.
Hay una juventud de brisas locas
Sobre el río»
Sí, parecen las mismas plumas.
Un abrazo y mil gracias, mi estimada.
es precioso, saludos
Tanto como tus huellas en estas sendas. Mil gracias por ellas, mi estimada.
Impresionante poema de amor en la soledad de un puerto lejano amando lo que no tiene y añorando lo que está lejos.
Un Abrazo 😦 .
Sí, mi estimado amigo…
«Y en el final del iracundo
mar, en la lluvia del océano,
surgen las alas del albatros
como dos sistemas de sal,
estableciendo en el silencio,
entre las rachas torrenciales,
con su espaciosa jerarquía
el orden de las soledades.»
Así parece ser el Mar…
Un abrazo… y mil gracias por tus huellas.
Lo mejor ese final. Como el de un gran torero….Cuidate
Horizonte… confín, límite, lejanía, distancia…
¿Sufre más el que espera siempre que aquel que nunca esperó a nadie?
¿Dónde termina el arco iris, en tu alma o en el horizonte?
Nada puede ocultar el horizonte cuando el empeño se apuesta en una espera arriesgada, cuando un arco iris termina en el alma… Sí, pareciese afin a las plantadas artes de un torero.
Mil gracias, mi estimado amigo