Sendas en el margen
Caído el tiempo caído el silencio
de distancias metálicas trazas
aprietan la mirada
jaula de sueños
lecho de versos
Sobre las líneas hormigueantes
luz con sabor de ayer
con olor a danza
Despierta la antigua tejedora
en su tela de ilusiones
Sube lenta
se asoma al abismo
vierte su seda
En los blancos márgenes quedan
los caminos de húmedo brillo
recientes cenizas de derrota
fanales de alba hambrienta
y de la invisible palabra
en el cóncavo espacio
su vertical sentido
¿Adónde vas caído?
vengo del ayer vencido
voy a la mañana grande
con el rojo de un latido
por sendas en el margen
Alba
Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.
Federico García Lorca